La gran mentira de la Consejería respecto a la protección de los recursos marinos

En estos tiempos que corren donde está de moda hablar de sostenibilidad no podemos dejar de mirar qué es lo que sucede dentro de la Consejería de Pesca. La pesca en Canarias no ha sido gestionada desde el punto de vista de la sostenibilidad en ningún momento, no solo porque la modalidad de pesca más sostenible según la FAO sea la más restringida en el territorio, sino por un problema de base que parece que desde la propia consejería se niegan a solucionar: Las tallas mínimas

Tal y como reza el preámbulo de la insuficiente y obsoleta normativa que la Consejería de Pesca del Gobierno de Canarias mantiene en vigor desde el año 1986 la normativa de tallas mínimas evita la nociva consecuencia de pescar ejemplares inmaduros, cosa que la propia normativa no cumple y la consejería mantiene desde hace 40 años.

Queremos citar un documento de tallas mínimas en Canarias, creado por un grupo de trabajo donde participaban en conjunto miembros de los centros de referencia en materia de biología pesquera: El IEO, el el antiguo Instituto Canario de Ciencias Marina, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de La Laguna, donde se proponen 100 especies para ponerle su correspondiente talla mínima de captura. El documento en cuestión es el siguiente:

Y puede descargarse AQUÍ.

 

Citando textualmente del documento: «Este grupo de trabajo propone una talla mínima de captura cuya aplicación, como en el caso de las especies reguladas, garantice que un porcentaje adecuado de individuos de la población tenga la posibilidad de reproducirse al menos una vez en su ciclo vital» y estas tallas que se proponen en el documento son muy diferentes a los que mantiene la Consejería de Pesca del Gobierno de Canarias, tan diferentes que incluso hay más de 60 especies que ni figuran en los documentos oficiales y carecen de algún tipo de protección, obviamente también de talla mínima de captura.

Lo que parece que está de moda es impulsar las reservas marinas, cotos privados donde se pescan legalmente peces inmaduros, la contradicción más absoluta pero parece que los técnicos de la Consejería no ven un problema en ello. Además es la propia  Consejería de Pesca te dice por un lado  que el estado de los recursos es precario, que hay que limitar, mientras por otro lado inyecta millones de euros de nuestro dinero en que se siga pescando, mientras siguen si poner una sola medida efectiva de protección. Evidentemente lo que buscan es que los recreativos no pesquen y el estado de los recursos carece de importancia.

Lo más sorprendente es que firman este estudio algunos de los que ocupan los puestos de responsabilidad de la Consejería de Pesca desde hace muchos años y actúan de manera contraria a lo que ellos mismos han diagnosticado en sus análisis y mantienen esta normativa que, sin duda, es una de las principales causas del mal estado de los recursos que ellos mismos reconocen que existe, donde lejos de adoptar las medidas necesarias para abordar el problema abogan por dejar las cosas como están sin poner fin a este grave problema normativo y biológico que tenemos:

 

 

 

Una muestra clara de ello es el hecho de que en la norma en vigor (de hace 40 años) figura una especie de abade que no es la correcta:

Lejos de corregirlo en la normativa, hacen una publicación en la web cambiando el nombre al correcto sin legislar nada al respecto, o sea una publicación que no tiene validez, porque la norma que lo regula dice otra cosa muy distinta a la que reza en la web del Gobierno de Canarias, intentando engañar a la población, y no es un error puesto que desde esta asociación se le ha puesto en conocimiento y no lo arreglan:

 

Narvay Quintero, actual Consejero de Pesca del Gobierno de Canarias, es la segunda vez que tiene este cargo, conoce de sobra el problema de las tallas, sin embargo no se adoptan medidas porque no quiere tener que abordar el problema de legislar. Junto con los técnicos es el cómplice de que este grave problema no se solucione y, mientras tanto, tenemos que escuchar una y otra vez los argumentos que se exponen contra la pesca recreativa y el estado del recurso. No dejemos que nos señalen cuando es la propia Consejería la responsable del estado de los recursos pesqueros, no ha sido capaz de adoptar una sola medida de protección decente para el caladero en 40 años y ahí siguen los técnicos responsables, cobrando del erario público sin ser capaces de elaborar una norma que sea útil para garantizar el futuro del mismo.

Todas y cada una de las propuestas necesarias para garantizar la sostenibilidad (tallas mínimas, vedas, reservas integrales…) no se aplican en el caladero, mientras tanto la pesca recreativa, y especialmente la pesca submarina, siguen ninguneadas. No se alcanzan los objetivos aprobados en el Parlamento de Canarias (solucionar el problema de la pesca submarina o crear un departamento que represente los intereses del colectivo) y las peticiones del sector siguen en un cajón. Nadie en la Consejería ha contactado con los representantes regionales y las únicas noticias que se tienen es que las demandas del sector no serán tenidas en cuenta mientras nuevas restricciones se atisban en el horizonte.

Esta es la pesca recreativa que quiere la Consejería de Pesca: que pague su licencia, que gaste en equipamiento, que mantenga los puertos canarios pero que no coja pescado…. El modelo de pesca que ya propuso el Director General, Armiche Ramos, en la Estrategia Canaria de  Economía Azul, que seamos turistas en nuestra propia tierra, que vayamos al mar a jugar y a pasear,  pero nada de pescar…  no nos lo quieren permitir y es responsabilidad de todos defender nuestro derecho o lo perderemos.

Desde esta asociación seguiremos reivindicando nuestros derechos, luchando porque los pescadores recreativos canarios recuperen sus derechos, que han sido robados de manera totalmente ilícita por la Consejería de Pesca.