Aumentan las licencias de pesca de recreo en Canarias pese a las trabas burocráticas

La llegada del Covid-19 a nuestra sociedad ha supuesto un cambio en todos los aspectos de la vida, y para muchos ha supuesto su inicio en la pesca recreativa o el regreso a una actividad que tenía “abandonada”.

Al cierre de 2019 había en Canarias 93.781 licencias de pesca de recreo y en 2020 tenemos 98.637, la mayor de toda la nación. Se produjo un aumento de unas 5000 licencias con respecto al año anterior, todo ello teniendo en cuenta que las medidas sanitarias establecidas por la administración en su relación con los ciudadanos (cita previa para expedición de licencias de pesca de recreo), dificultan la obtención de la licencia para una gran parte de la sociedad, ya que si bien se pueden obtener de manera telemática con certificado electrónico, hay un espectro social que no está “familiarizado” con esta tecnología. Pese a todo esto así en este periodo ha habido un aumento de más del 5% respecto al año anterior. No olvidemos que Canarias es la comunidad autónoma con mayor número de kms de costa y que, al ser un archiélago, ha tenido siempre a lo largo de toda su historia esa costumbre de acudir al mar a proveerse de alimento.

El precio del pescado fresco mezclado con la crisis económica hace que sea cada vez más complicado disfrutar de este alimento en la mesa con la frecuencia deseada, lo cual hace que la gente tenga que ir al mar para poder permitírselo. Además en estos tiempos donde mantener la distancia social ha pasado a un primer plano, tener un pasatiempo para poder despejar la mente de manera segura se convierte en un plus que se ve reflejado en este aumento de practicantes.

No es agradable pero hay que reseñar que en Canarias una de cada 3 personas se encuentra en riesgo de pobreza y además Canarias es la comunidad autónoma con la mayor tasa de desempleo al cierre de 2020. Esto hace que poder conseguir alimento de calidad de manera económica cobre un mayor valor para sus habitantes.

Según el estudio de la consultora de investigación GfK solo pueden permitirse consumir 2 raciones de pescado a la semana el español de nivel socioeconómico alto/medio-alto y el 65% de la población reconoce que no puede permitirse alcanzar estos números debido a los precios del producto. Se espera que desde la Consejería de Agricultura y Pesca se haga algo para promocionar la práctica de la pesca recreativa así como se hace en los colegios con la agricultura o desde las instituciones locales con la gestión y promoción de huertos urbanos.

Para hacernos una idea del alivio a la economía familiar que supone la pesca recreativa, teniendo en cuenta que el precio promedio de pescado fresco en Canarias, según el informe de autoabastecimiento de Canarias para la Consejería de Agricultura y Pesca,   es de 9 euros/kg, y que los pescadores recreativos capturan promedio unos 60 kg de pescado al año (Gordoa et al 2019.), esto supone una reducción del gasto familiar en alimento de unos 600 euros anuales. El “ahorro” de este gasto hace posible el poder cubrir otras obligaciones necesidades básicas del día a día con la que luchan las familias canarias y les facilitan la vida, a parte de disponer de su rato de ocio y esparcimiento.

La pesca recreativa es esa despensa que siempre ha acompañado a los canarios y que ha evolucionado desde principios del Siglo XX, con una función de subsistencia, hasta la actualidad donde desempeña una labor de autoconsumo, esperando y deseando que no vuelva a ser nuevamente de subsistencia en los próximos años, si las cirscunstancias sanitarias lo permiten.